El discípulo le preguntó al maestro.
D- Usted me dijo una vez que nosotros somos lo mismo, que somos iguales.
No puedo creerlo.
Puesto que no le creo ¿de que me sirve su afirmación
M- Su incredulidad no importa.
Mis palabras son verdaderas y harán su tarea.
Esta es la belleza de la compañía noble.
D- ¿Simplemente sentarse cerca de usted puede ser considerado práctica espiritual?
M- Sí.
El río de la vida está fluyendo.
Algo de su agua está aquí pero mucha ya ha alcanzado su meta.
usted solo conoce el presente.
Yo veo mucho más lejos en el pasado y en el futuro, en lo que usted es y en lo que puede ser.
No puedo sino verle a usted como a mi mismo.
En la propia naturaleza del amor está el no ver diferencia.
D- ¿Como puedo llegar a verme as mi mismo como usted me ve?
M- Basta si usted no imagina ser el cuerpo.
Lo que es tan calamitoso es la idea de crer que yo soy el cuerpo.
Le ciega por completo a su naturaleza real.
No piense ni siquiera por un momento que usted es el cuerpo.
No se de nombre ni forma.
En la oscuridad y el silencio la realidad es encontrada.
Ni el placer ni el dolor iluminan.
La comprensión si.
El placer lo adormece, el sufrimiento lo despierta.
Si no quiere sufrir, no se eche a dormir.
Baba Ricardo de Oxala
martes, 20 de abril de 2010
lunes, 12 de abril de 2010
Quien es IKu
Ikú es en sí la muerte misma, la que por mandato de Olofin viene a buscar a aquellos que se les ha acabado el tiempo en la tierra, para que luego Olodumare decida el destino de ellos, si irán al Ará Orún, o deberán volver al Aiyé para terminar su misión. Ikú dejó de ser Orisha por su arrogancia y pasó a comandar a los Ajogún ó guerreros del mal (aro, ofo, esse, egba, fitiwó, akobá, etc). Viste de negro, ceniza oscura o marrón oscuro. Perdió su duelo con Orunla, por eso debe respetar a sus hijos y llevarlos solo cuando Olofin lo marque. No posee culto particular, sino a través de Eggun u Oro.
No se le inmola ni se le realizan otro tipo de ofrendas.
Baba Ricardo de Oxala
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