miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL ORIGEN DEL AMOR


El amor es una fuerza que el creador del universo hizo descender hasta la realidad material inerte y oscura con el fin de que los habitantes de nuestro mundo retornasen a Él.
El descenso del amor a las tinieblas provocó que los oídos sellados se abriesen a un despertar que tenía el signo del verdadero gozo, pues el amor es deleite. Y con este despertar al amor, en el mundo ingresó la posibilidad de volver a la realidad divina. Dicho mundo antes de este despertar no era más que materia muerta, la cual a partir del advenimiento del amor despertó a la vida. Y es desde entonces que el mundo ha ido hacia la fuente divina del amor, sin embargo, ha seguido caminos errados, transitando derroteros equivocados o quiméricos. Porque la mayor parte ha buscado el amor careciendo de un concepto claro de lo que éste es, confundiéndolo con multitud de fuerzas muy lejanas al verdadero amor.
Todo ser humano ha buscado este principio de unidad , porque el espíritu humano ha estado siempre reclamando por la realización y el éxtasis que sólo el poder del amor otorga. Pero la mayor parte ha fracasado en alcanzarlo. Sin embargo, cuando un mundo ha llegado a tornarse consciente , abierto al amor real, divino, el Creador mismo ha respondido derramando sin límites su amor sobre ese mundo.
Al comienzo de la creación, el poder del amor estaba constituido por dos movimientos, dos polos complementarios del impulso hacia la unión. Por una parte, estaba el poder de atracción supremo y, por otra, la necesidad irresistible de una entrega absoluta de sí. Ningún movimiento, excepto el del amor, podía cubrir el abismo que se abrió cuando en el ser individual la conciencia se separó de su punto de procedencia originario y se tornó inconciencia.

ES NUESTRA ESCUELA LA VIDA


La vida es una escuela y cada vida es un grado más adelantado que el último. Si una vida es plena y la que sigue pobre, es porque se desperdició algo o que se dejó de aprovechar y hay que rehacerlo de nuevo.
El karma es la ley de Causa y Efecto; la casualidad no existe; todo tiene una causa, toda causa tiene un efecto. Hay karma bueno y karma malo, es la deuda que contraemos por el mal que hemos hecho y el cobro por el bien que se hizo.
¿Es posible borrar un karma malo?
Sí, mirando al Ser Divino; acostumbrándonos a habitar su morada. El Salmo 91 lo dice. Además, al adquirir el ser humano lo que se llama "la Conciencia Espiritual", que es estar pendiente de cumplir la leyes divinas. Al estar en este estado ya no se está debajo de las leyes materiales, se está bajo la "gracia". Se tiene el derecho de invocar las leyes superiores y muchos de los efectos kármicos son disueltos automáticamente por efecto de que el individuo eleva a menudo su pensamiento. El mismo no se da cuenta de su privilegio, si no cuando compara lo que le ocurre a otros y que le es evitado a él; en ese momento se asombra y se le ocurre que él está protegido por una Presencia invisible.
Las reencarnaciones cesan cuando el individuo ha desarrollado el amor por todos sin distinción. Cuando sabe colocarse en el lugar del otro y comprender el motivo que lo impele a actuar como actúa. Cuando siente que no tiene nada que perdonar porque lo que quieran que le hayan echo es simplemente reacción natural de un plano inferior de evolución. Ese individuo ya no tiene nada que aprender y no tiene que regresar a este plano.
La meta es el amor. Los que han sido enemigos en una vida, a menudo nacen madre e hijo, o hermanos, en la próxima vida para obligarlos a amarse. La naturaleza siempre busca unir por medio del Amor. Curar y reformar por el Amor.

mi radio