El deseo es la gana no saciada, el querer no atendido, el pensamiento que te hace suspirar y que hace saltar en el pecho el corazón.
él te anima, te despierta, te da fuerzas, te levanta del suelo, te lleva a las nubes y te hace soñar.
La responsabilidad es aquella que te da vuelta, te agarra por los pies te estruje en el suelo. se instaura la neurosis , o sea, el disturbio del comportamiento,
Sentimientos es la ideas que surge como resultado de un conflicto entre lo que yo quiero hacer y lo que yo puedo hacer. debido a las exigencias del medio, esos deseos instintivos comúnmente son reprimidos, dando lugar a una sintomatología neurótica, con emociones y ansiedades conscientemente no justificadas.
Cual sería el término medio entre la búsqueda frenética de la satisfacción inmediata
de nuestros deseos y el conformismo apático y debilitante que nos hace desistir de nuestros sueños... ese medio término llama equilibrio.
En el proceso del encuentro al equilibrio, el individuo puede pasar por una catarsis inconsciente, donde la vivencia de los aspectos reprimidos por año se descargada con mucha intensidad. las Pombagiras actúan en esos casos como mediadoras y reguladoras del libido a través de la sublimación.
desplazando la energía de los impulsos sexuales para otras áreas de la vida del individuo.
el deseo sexual no deja de existir, es equilibrado, siendo minimizado en unos y estimulado en otros . esa templanza de los deseos , es orientada por las Pombagiras se da sólo en el campo afectivo-sexual, como muchos pueden pensar, pero también
en todos los deseos pertinentes a la vida humana.
Ese proceso de ajuste no ocurre por caprichos aleatorios de ninguna entidad. normalmente cuando una persona va en busca de una Pombagira, aunque motivada por sentimientos poco nobles, ya está ocurriendo una activación de las leyes divinas en su vida . NADA OCURRE EN EL UNIVERSO SIN QUE HAYA UNA INTENCIÓN.
Ricardo de Oxala