TEN PIEDAD DE MÍ
Por haber gozado en tu vientre mientras vos penabas mi crecimiento
por haber ultrajado tu sagrado recinto en mi camino a la vida
por haber desvelado tus noches con mi llanto inconsolable
por haber perturbado tu corazón con mis primeros juegos
por haber tenido que crecer nuevamente para acompañar mi crecimiento
por haber sufrido mis desdichas de primeros frustrados amoríos
por haber sentido mi partida cuando se bifurcaron nuestros destinos
por haber soñado vos mis sueños y yo aún, no habértelos cumplido
por ser siempre Mujer, niña, madre, compañera, amiga
por tus silencios sabios ante mis palabras necias
por tus caricias suaves ante mis torpes movimientos
por tu eterna espera, por tu pura esencia.
por no haberte comprendido cuando debí hacerlo
por no sentir tu presencia en mi arrogante caminar
por no reconocer tu apoyo, sostén de infortunios
por no merecer tu perdón, ante las veces que te he ofendido.
Por todo ello, y si aun puedes mirarme a los ojos
Mujer, en tu día, y en todos tus demás días
¡Ten piedad de mí…!
de Jorge E. Baudés