Soy EXÚ ,Señor.
Padre, permite que así te llame.
Pues en realidad, Tú
eres, mi creador.
Me formaste de la poeira, pero como todo que provienen de
ti, soy real y eterno. Permite, Señor, que yo pueda servirte en las más
humildes y despreciables tareas creadas por tus hijos humanos.
Los hombres me tratan de ángel caído, de traidor, de rey de
las tinieblas, de genio del mal y de todo más en que encuentran palabras para
expresar su desprecio por mí.
Sin embargo, ni sospechan que nada más soy el reflejo de sí
mismos.
No reclamo, no me quejo, porque esta es tu voluntad .
Soy desterrado, soy condenado a habitar las profundidades oscuras
de la tierra y a transitar por las hendiduras tortuosas de la desolación .
Soy invocado por la inconsciencia de los hombres, a
perjudicar su semejante.
Soy usado como instrumento para aniquilar aquellos que son
odiados, movido por la cobardía y maldad humanas, sin, que pueda negarme a
recurrir.
Por el pensamiento de los inconscientes, soy arrastrado a
ejercer la incredulidad y la discordia, pues, esta es la condición que tú me
impusiste.
No reclamo, Señor, pero quedo triste por ver tus hijos, que
creasteis a tu imagen y semejanza, que sean envueltos por el torbellino de
iniquidades, que ellos mismos crean, y yo, por tu inflexible gana, de ellas
tengo que participar.
Sin embargo, Señor, en mi infinita pequeñez y miseria, como
me siento grande y feliz, cuando encuentro en algún oasis de amor pues soy solicitado a ayudar, en la prestación
de una caridad.
Acepto sin quejarme , Señor, la ley, que en tu infinita
sabiduría y justicia, me impusiste, a ejecutar de las conciencias, pero,
lamento y sufro más porque los hombres, hasta hoy, no consiguieron
comprenderme.
Te pido, ó Padre infinito, que los perdone.
Te pido, no por mí, pues tengo que completar el ciclo de mi creación
, pero por ellos, tus hijos humanos.
Perdónelos, y hágalos buenos, porque solamente a través de
la bondad de tu corazón, podré sentir la vibración de tu amor y la gracia de tu
perdón.